Hace ya muchos años que trabajo afirmando lo que señala el titular de este escrito. Y muchas veces me han preguntado de dónde saco eso, de dónde me saco ese número.
Unas semanas atrás, gracias a Patricia Torrado, participé en un debate en Linkedin en el que un buen número de personas hacían la misma pregunta y llegaban a la conclusión de que nos lo inventamos. De hecho llegaban a afirmar que es solo un eslogan falso con el que quedar bien y vender nuestros servicios, una frase vacía.
Es verdad que lo del 80% no es más que la aplicación (simplista y que no refiere a la idea original) del número de Pareto. Nos sirve para “redondear” un número sin tener que estar refiriéndonos constantemente a estadísticas y datos que varían con el tiempo. Pero también es verdad que no es “una mera invención”.
Lo que pretendemos los que utilizamos este número cerrado y redondo es mostrar el carácter social del empleo, algo que está demostrado desde el siglo pasado.
En nuestro entorno el INE ofrece datos de este tipo. El último, del 2º Trimestre del año 2023 señala que un 57,5% de personas busca empleo mediante contactos.
Eurostat ofrece esos datos en Europa En su última actualización de septiembre de 2021 muestra un porcentaje del 66,1% de uso del canal de contactos en UE27, aunque hay países en los que este porcentaje supera el mencionado 80% (Grecia, Croacia…).
Con todo, estos también son solo datos estadísticos que pueden interpretarse y valorarse. Lo importante no es tanto el número concreto. Lo realmente relevante es la conclusión que podemos derivar de estos datos y de otros estudios: el acceso al empleo tiene un evidente carácter social.
Es más, ya en los años 70 del siglo pasado la sociología mostró el peso de las redes sociales en el ámbito del empleo (y en otros). El sociólogo estadounidense Mark Granovetter no solo comprobó que la mayoría de personas encontraban trabajo por contactos, también señaló la importancia de lo que denominó “lazos débiles”. Así descubrió que ocho de cada diez personas que encontraban trabajo lo hacían gracias a contactos con los que no interactuaba de forma habitual, aquellos que no son de primer nivel, como amigos habituales, vecinos o familiares.
Esta idea la entendió muy bien Linkedin desde el principio: El concepto de red social en el nuevo escenario que empezaba a dibujar internet se ajustaba perfectamente al mercado laboral y al mundo del trabajo. Hoy son la red vertical o de contenido temático concreto más grande del mundo.
Tanto en Linkedin como en nuestro entorno más inmediato una de la principales claves para encontrar empleo es contar con una buena red de contactos. Cuanto más amplia mejor. Cuantas más personas sepan lo que yo puedo resolver, más opciones de encontrar oportunidades laborales.
Además, como solemos repetir mucho en orientación laboral, estas son las cosas en las que sí podemos incidir y trabajar. Es difícil que podamos incidir directamente en la productividad, en el PIB o en cualquier otro factor económico relacionado con la generación de empleo. Pero en lo que refiere a nuestros contactos sí podemos hacer algo, sí podemos incidir de forma directa. Así que, si queremos multiplicar nuestras opciones de trabajar, dediquémosle tiempo a generar y cuidar nuestra red de contactos.