Novos camiños

Moitas veces teño dito aquí que este é un espazo persoal pero de carácter profesional. É dicir, un lugar no que opino, valoro ou conto sobre cuestións que teñen que ver, dun xeito ou doutro, coa miña profesión de orientador laboral.

Nestes últimos meses a miña posición profesional ven de mudar. Dende o inicio deste pasado verán non exerzo de orientador. Cambiei de posto e, certamente, xa non estou todo o día mergullado en cuestións de orientación. O meu tempo de traballo está agora protagonizado por reunións, negociacións, propostas e tarefas administrativas de diversa índole.

Para min é imposible deixar de ser orientador. Nin poderei nin vou intentalo. Pero é certo que neste momento non conto co tempo necesario para estar ó día das cuestións da profesión, do marco legal, dos programas e proxectos, das iniciativas… E, o que máis pode afectar ós contidos de este blog, xa non estou acompañando a persoas no seu devenir profesional.

Dese traballo de “barricada” que tanto me gusta é do que máis se alimenta este blog e, como digo, iso xa non o estou a facer.

Así que levo dende principios do verán debatindo conmigo mesmo que fago con este espazo. E non o dou resolto. E creo que non serei quen de resolvelo.

É moi posible que o deixe aquí e volva rescatalo cando recupere a miña actividade de orientación, algo que pasará nalgún momento, nun ámbito ou noutro, mais non sei cando.

Polo de pronto, vou iniciar esta tempada deixando unha entrevista que me fixeron no meu barrio, en Coia. Non é estritamente profesional. É máis ben persoal pero incluíndo cuestións de orientación e especialmente do meu traballo coas persoas.

Gustei moito de facela. Pasei un bo rato lembrando cousas do barrio e encantoume poder aclarar dende que posición exerzo profesionalmente.

E logo disto, pois xa veremos… Strangeways, here we come

La sufrida lucha contra los desmanes y las estafas de las ofertas de empleo

Las estafas en las ofertas de empleo son un tema clásico que ya existía mucho antes de la aparición de internet. Pero la digitalización cambió el escenario y permitió que el negocio de la estafa a quien busca nuevas oportunidades de trabajo cambiara.

En estos últimos años se ha hablado mucho sobre prevenir las nuevas estafas en los anuncios de empleo. Las estafas que van desde la recopilación de información y datos a las directamente económicas.

Muchos organismos tratan de informar para prevenir, pero eso no siempre es suficiente y cualquiera puede ser víctima. ¿Y qué pasa cuándo le toca a uno/una buscador/a de empleo tener que luchar contra una estafa? ¿ Qué pasa cuándo ve sus datos comprometidos o siente que su identidad y su información personal y sensible puede haberse visto comprometida?

Pues lo que sucede es que, primero de todo, uno/una tiene una fuerte sensación de desconcierto, de abandono y de inseguridad. Te preguntas: ¿ Qué ha pasado ?

Y después empieza un camino que no es fácil y en el que las sensaciones siguen siendo parecidas.

Hace unos meses tuve la oportunidad de acompañar a una chica en este calvario que muestra muchas cosas a mejorar.

La chica respondió a un anuncio en un portal de empleo que es de los conocidos pero no de los más relevantes. La oferta era para trabajar en un hotel en Salamanca que efectivamente existe y que posteriormente ha confirmado que no es la primera vez que les sucede.

Una vez respondida la oferta se ponen en contacto con ella solicitándole una fotografía del DNI, correo y otra información personal. Envía parte de la información y sí, también el DNI.

A pesar de eso no les valía. La fotografía del DNI debía ser en un formato concreto. Y ahí ya saltó la alarma.

Contacta con la plataforma que le dice que no permiten eso, que prohibirán al empleador volver a usar la plataforma y que acuda a la policía. Pero no se responsabilizan de nada y dan por resuelta la incidencia y finalizado el proceso sin más.

Por su parte la policía no admite la denuncia. No hay delito contra la persona porque, que se sepa, los datos no se han utilizado.

En el INCIBE sí le informan de algo que no sabíamos (yo por lo menos): que es importante contactar con el Banco de España para confirmar si se ha pedido un crédito o préstamo suplantando su identidad, algo que parece ser habitual. Lo comprueba y por ahora no ha sucedido.

El rastreo de los correos desde los que le solicitan la información indica que tienen su origen en Chipre, pero vaya usted a saber…

El caso es que este tipo de situaciones en las que has dado información sobre tí quedan así, como en el limbo, sin ningún tipo de respuesta. Y tú con cara de tonto/tonta, de no entiendo nada de lo que ha pasado y no sé que puede llegar a pasar con mis datos.

Así que, ante la absoluta desprotección e indefensión que, creo, estamos viviendo en esto de las ofertas de empleo, es importante protegerse hasta el extremo. No enviar ningún documento, no fiarse de nadie que no esté claramente identificado, tener muchísimo cuidado con las plataformas de intermediación que utilizamos y seguir estrictamente las recomendaciones de los organismos especializados en ciberseguridad.

Integración laboral de los inmigrantes en España: situación, avances y retos

Hace tiempo que las personas que vienen de otros países son el público mayoritario de nuestros servicios de orientación, en el mío por lo menos. Son, de largo, la mayoría de personas que acuden a preguntar cuestiones de empleo, a formarse o a buscar adaptarse a un mercado laboral que les es nuevo.

En actividades grupales o en otros foros es posible que las cifras no sean tan elocuentes pero en lo que es el servicio de atención directa e individual las personas de otros países son nuestros clientes principales.

Creo que deberíamos esforzarnos por darles un servicio más eficaz y adaptado pues la integración laboral de los inmigrantes en España es un fenómeno clave para la evolución del mercado de trabajo y para la sostenibilidad del sistema de bienestar. De hecho el Banco Central Europeo señala que la inmigración impulsa el PIB europeo desde 2019.

El peso de los emigrantes en el empleo es fundamental y seguirá siéndolo: En abril de 2025, la Seguridad Social contabilizaba 2.983.461 afiliados extranjeros, lo que supone el 14% del total de ocupados en España, una cifra récord y siete décimas más que hace un año. Solo en el último año, los trabajadores extranjeros han explicado más del 41% del empleo creado en el país

Este crecimiento es especialmente relevante si se tiene en cuenta que, desde 2002, la población en edad de trabajar nacida en España se ha reducido en más de un millón de personas, mientras que la nacida en el extranjero ha crecido en casi 4,2 millones.

Y aún con estas cifras, siguen siendo insuficientes, cuando menos si atendemos a lo expresado por el Banco de España que afirma que necesitaremos 24 millones de inmigrantes para mantener las pensiones.

Tasas de empleo y desempleo

Pese a su importancia en la creación de empleo, los inmigrantes presentan tasas de paro superiores a la media nacional. Según Eurostat, el 18,9% de los migrantes nacidos fuera de la Unión Europea residentes en España se encuentra en situación de desempleo, frente al 15,4% de los nacidos en otro país europeo y el 11,6% de los nacidos en España.

En lo que refiere a la tasa de empleo sucede parecido, el 61,7% de los migrantes nacidos fuera de la UE de entre 20 y 64 años tiene trabajo, casi 10 puntos porcentuales por debajo del resto de la población.

Calidad del empleo y condiciones laborales

A esto hay que sumar que los inmigrantes en España suelen ocupar empleos más precarios, con mayor temporalidad y sobrecualificación y sufren mayor explotación, especialmente en sectores como la agricultura, la hostelería y el trabajo doméstico.

Así que aunque asumamos que la integración laboral de las personas que vienen a España es un objetivo imprescindible no lo estamos logrando en los niveles que parecemos precisarlos.

Es verdad que el nuevo reglamento de extranjería busca regularizar a 900.00 personas y puede suponer un salto importante en el número de personas de otros países que trabajan aquí e incluso una mejora en las condiciones laborales.

Pero será preciso implementar medidas desde las políticas de empleo que permitan una mayor participación laboral, bajar el desempleo y reducir la precariedad.

Por ahora la mayor parte de las medidas son de carácter generalista y muchos de los servicios y programas de apoyo al empleo y a la inserción descansan en el tercer sector, donde entidades como Accem, Provivienda y otras llevan a cabo programas realmente interesantes y efectivos.

Un plan específico

Falta, creo yo, un plan que aúne medidas específicas. De la misma forma que existe un Marco estratégico contra el racismo y la xenofobia, debería haber un marco estratégico de la inclusión laboral. Incluso podrías estar dentro de ese marco, aunque estas acciones dependieran del Ministerio de trabajo y pudieran ser concertadas con otras administraciones y entidades del tercer sector.

No es mi intención listar las acciones que podrían integrarse ahí aunque podríamos pensar en programas que fueran desde los tradicionales de formación destinados especificamente a personas inmigrantes o con situaciones especiales de acogida o refugio, hasta la puesta en marcha de programas de mentoring inverso (inmigrantes enseñan idiomas e interculturalidad y las empresas normativa laboral, competencias y experiencia) pasando por la creación de algún portal de empleo que permitiera la traducción del CV y el <<matching>> con ofertas de empleo en términos de competencias o de equivalencias de títulos.

Propuestas para esto podría haber, como digo, muchas, todas interesantes y algunas ya puestas en práctica con resultados positivos en países de nuestro entorno.

Ahora bien, a mi me gustaría señalar una medida que es tan elemental como necesaria: el idioma. Sigue siendo una gran barrera para muchas de las personas con las que hablo en mi trabajo diario y a menudo fuente de conflictos, incomunicación y aislamiento.

Es cierto que a la comunidad latina esto no le afecta tanto (sí con el galego, con el que hay un problema serio) pero sí es una gran barrera para el conjunto de las personas que vienen de otros países. Es my difícicil de vencer porque no hay recursos específicos suficientes. Además el idioma resulta complicado para muchas personas que tienen otro alfabeto de origen o que, en general, no parten con un nivel educativo alto.

No es un problema solo nuestro. En UK el conocimiento del inglés y de las otras lenguas oficiales es también un problema. Y en general, en todos los países receptores de personas.

Así que aunque España ha impulsado el reglamento de extranjería con objetivos de empleo y con medidas que, por ejemplo, permiten trabajar desde el primer día a quienes se acojan a las figuras de arraigo o a estudiantes, es muy necesario multiplicar la oferta de formación en castellano y en las distintas lenguas oficiales de las Comunidades Autónomas. Servirá para vencer la barrera de acceso al empleo y también contribuirá a evitar conflictos, incomunicación y aislamiento.

Y, mientras, también es oportuno multiplicar foros y actividades como los que programa Accem, entidad con la que me encanta colaborar por las estupendas profesionales que trabajan ahí y por el interesante trabajo que hacen 👇