Para ser justos hay que decir que el informe es un fantástico ejercicio de síntesis descriptiva y de aportaciones necesarias sobre la formación para el empleo en España. Excelente trabajo por lo breve, concreto y claro de la descripción y las propuestas.
Se pueden criticar, matizar o completar muchas de sus aportaciones, pero ciertamente se señalan aquellos elementos que parecen estar impidiendo a la formación para el empleo jugar su papel clave en la mejora de la empleabilidad de las personas.
Destaca la falta de recursos y los bajísimos números de participación que confirman la falta de penetración de la oferta formativa española: sólo llega a 6 de cada 100 personas desempleadas. Pero también realiza evaluaciones cualitativas, donde se muestra la inflexibilidad, la falta de contenidos digitalizados, la desconexión con la actividad productiva, los problemas de validación y certificación o las dificultades de muchas de las personas en desempleo para contar con las habilidades básicas para participar en acciones formativas.
Por otra parte no se olvida de señalar con rotundidad los grandes males de la formación para el empleo en estos últimos años. Como muchas personas saben, la formación ofertada en cada territorio ha tenido mucho que ver con las homologaciones de instalaciones, que las entidades colaboradoras necesitan rentabilizar, y con otros criterios poco eficientes. El objetivo de casar las posibilidades y necesidades de las personas con las necesidades de la actividad productiva ha brillado por su ausencia.
Señalar por último las interesantes referencias al papel (no jugado por ahora) de la orientación:
El estudio puede encontrarse en la propia página de la Fundación Élogos.