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Las decisiones en el autoanálisis para el empleo

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Hay quien dice que la vida es una cadena de decisiones que tomamos desde la mañana a la noche. Y es verdad que no paramos de decidir y de enfrentarnos a preguntas y problemas para los que existen respuestas alternativas, aunque la mayoría de nuestras decisiones son inconscientes e influenciadas por las emociones.

Los últimos descubrimientos en neurociencia sitúan la actividad cerebral durante la toma de decisiones, en el sistema límbico. Esto significaría que activamos nuestra parte más primitiva del cerebro, aquella principalmente relacionada con la memoria, las emociones, la personalidad, la conducta o los instintos sexuales.

La teoría de la comunicación afirma que las decisiones las tomamos en base a nuestros valores, aunque las últimas investigaciones han demostrado que el contexto influye de forma importante.

Algunas de las respuestas, algunas de estas decisiones, marcan nuestro futuro inmediato, como son aquellas implícitas en el necesario autoanálisis para la búsqueda de empleo o el desarrollo profesional.

Decidir qué hacemos mejor, qué podemos ofertar en el ámbito profesional, diseñar nuestra propia identidad y concretar nuestros objetivos son decisiones a tomar.

Con ello estaremos construyendo nuestra identidad profesional, imprescindible para mejorar o mantener la ocupabilidad a medio plazo, especialmente en estos momentos de cambios drásticos en el mercado de trabajo y en el mundo de las profesiones.

En todo este proceso de autoanálisis, cuando repondemos a estas preguntas, cuando tomamos decisiones sobre nuestro futuro, deberemos, por tanto, contar con elementos analíticos e instrumentales pero no podemos olvidarnos de nuestras emociones, que influyen aunque las decisiones sean conscientes.

¿Con qué nos vamos a sentir cómodos? ¿Qué actividades me reportan satisfacción? ¿Me siento bien haciendo qué? ¿Cuales son mis valores en el ámbito profesional? ¿Cuál es el objetivo principal de lo que hago? ¿Qué opciones reales tengo en el mercado de trabajo con lo que propongo? ¿Qué quiero realmente hacer?

Y diseñar esta nuestra imagen profesional no puede constituir una esquizofrenia con nosostros mismos. No somos una persona en el ámbito personal y otra en el profesional. En cada ámbito hacemos cosas distintas y, en muchos casos, los separamos radicalmente, pero nuestras capacidades y nuestros valores son los mismos y de aquí debemos partir para construir una imagen profesional coherente.

Optar por lo que sabemos hacer y nos gusta parece la mejor de las decisiones. Tal y como como dice la campaña de jobsintown.de, la vida es demasiado corta para tener el empleo equivocado:

Info en Blogs:

Soy mi marca, Yoriento, Zumo de empleo

Video de Facundo Manes hablando sobre inteligencia emocional y toma de decisiones:

http://www.inconciente.com/video_ampliado.php?id_Video=215

Video sobre las decisiones en publicidad:

http://www.elrincondelpublicista.com/2011/04/neuromarketing-seducir-al-consumidor.html

La gestión del conocimiento, las personas mayores y la juventud

Uno de los grandes problemas del mercado laboral (lo se, tenemos algunos más) es la situación de las personas de mayor edad.
Se trata, como otros, de un problema multifactorial y con unas dimensiones que van más allá de razones estrictamente económicas o del propio mercado. Aspectos sociales, culturales, educativos o de valores están detrás de este nuevo escenario. Y digo nuevo por la especial situación de desventaja tan pronunciada de las personas más jóvenes y de las personas más mayores. Según la última Epa de 2010 las personas en desempleo en los rangos de edad de 16-24 años y 55 o más suman 1.220.400, el 26% del total.

Pero la novedad de la situación no está en los números aunque, por desgracia, esa misma Epa muestra como el desempleo no disminuyene en estos rangos de edad, ni interanualmente ni entre trimestres, salvo unos anecdóticos descensos en el tramo 16-24 años. De seguir así una gran parte de este desempleo puede convertirse en estructural. Y esto, también tiene razones profundas, algunas relacionadas con el tipo de actividad económica que seguimos ejerciendo, donde el conocimiento no acaba de situarse en el lugar que le corresponde.

En este proceso de cambio total en el que estamos inmersos el conocimiento se sitúa como el valor central y diferenciador en el mercado global, pero en España esto no parece verse con claridad.

En el actual mercado laboral español continúa sin valorarse el conocimiento adquirido, no se reserva el tiempo necesario para transmitirlo, ni se retiene el talento ni, en general, se le da la importancia que la gestión del conocimiento necesita. Esto es, por cierto, un reflejo de las dificultades competivas con las que nos enfrentamos.

Desde hace ya años organismos como Eurofound han venido poniendo de manifiesto la necesidad de gestionar el conocimiento y de gestionar la edad como instrumentos en la lucha contra el envejecimiento, pero también como instrumentos de mejora competitiva en un marco global.
El Eurofound ha identificado buenas prácticas (más de 200) en la gestión de la edad en empresas de toda Europa. Hace años que realizó este ejercicio pero en el caso español se daba una más que curiosa circunstancia. No era extraño que en una empresa convivieran iniciativas para la gestión de la edad con iniciativas encaminadas a hacer abandonar el mercado laboral a la personas mayores, las prejubilaciones por ejemplo.
Parece que no tomamos conciencia de la necesidad de gestionar el conocimiento, si queremos presentarnos como una economía competitiva capaz de crecer. El nivel experto, las habilidades desarrolladas, los conocimientos adquiridos, la polivalencia y diversidad que aporta la experiencia son todos elementos propios de las personas de más edad. Pero aún estamos en proceso de revalorización de estos factores en la actividad económica española.

Y en este momento no tenemos demasiado tiempo para retrasar determinados cambios. En la medida que el desempleo, especialmente el de las personas de más edad, se haga estructural, habrá una gran cantidad de trabajadores/as que no volverán a ejercer. Esto, en un país que la ONU sitúa como el cuarto más envejecido del mundo (detrás de Japón, Italia y Alemania) y que será el segundo en 2050, es difícil de entender.

Ya en el ahora desterrado tratado de Lisboa se establecía el objetivo de lograr un 50% de actividad para las personas con más de 55 años. El tratado como las instituciones, organismos y estudios de la U.E. están también profundamente impactados por la crisis y sus consecuencias. Pero aunque asistamos ante una casi refundación de la Unión Europea el problema no ha desaparecido.
La situación de las personas de más de 45 años en el mercado laboral no es sólo una cuestión de tasas, medidas y estrategias. También transmite los valores que rigen en una sociedad y aquí es donde creo que no hemos hecho lo suficiente. Volver a poner en valor la experiencia y utilizar el conocimiento acumulado en nuevos proyectos innovadores, resulta imprescindible para no expulsar del mercado laboral a un gran número de personas.
Como decía al principio se trata de un problema complejo. Desde mi punto de vista muy respaldado por un cambio de valores que es importante revertir. Aunque suene a tópico es necesario recuperar el papel de la educación y el papel que en cada edad se debe asumir.
En la economía más competitiva de Europa, la sueca, el porcentaje de personas activas entre 55 y 64 años es del 74% mientras que en España es del 50%. En el país escandinavo además de valorar el conocimiento adquirido, también se trabaja en aspectos educativos y cuentan con una gran tradición en cuanto a trasladar a las personas jóvenes las responsabilidades de la vida adulta de forma progresiva.
Sus cuentos tradicionales ya hablan de ello, como los que escribía Astrid Lindgren, autora de Pipi Calzaslargas. En ellos se recrean mundos fantásticos o irreales pero en todos aparecen los aspectos más reales de nuestra existencia (la vida, la muerte, la felicidad, la edad, el juego, las responsabilidades…). Quizá recuperar el papel formativo de los cuentos tradicionales forma parte de recuperar los valores que nos han traido hasta aquí. Si es que se puede, porque, como leí en algún foro no hace demasiado, en la España de hoy Pipi Calzaslargas estaría en un centro de los servicios sociales.
La fotoes del museo de los cuentos de Estocolomo, Junibacken, dedicado a Astrid Lindgren, verdadero homenaje al papel de las historias y los cuentos en la formación de las nuevas generaciones.

Información, iniciativas, recursos, ejemplos: El blog de Bienvenida Morote, Empleo Senior, Proxecto Chronos, Todavía Servimos, Talento Solidario.

Jornadas Imos Traballar

En el marco de las jornadas de difusión de resultados del proyecto Imos Traballar realizamos una presentación sobre la situación de las Políticas Activas de Empleo.
Desde mi punto de vista las Políticas Activas de Empleo están, por primera vez desde la Ley de Empleo de 2003, sufriendo ciertos cambios.Aún cuando muchas personas consideran que en este ámbito no ha pasado nada desde la década del 90 a mi me parece que las circunstancias están obligando a replantear algunos contenidos. Es un momento en el que, dada la situación, las personas que trabajan en el marco de la promoción del empleo, se ven en la obligación de dar respuestas distintas a las habituales porque el mercado ha cambiado, la búsqueda de empleo ha cambiado y, en general, la propia sociedad está inmersa en un cambio que no se sabe como acabará definiendo la actividad económica futura.En este entorno el trabajo de promoción del empleo y de la lucha contra el desempleo se está redefiniendo como nunca. Existe un cambio legislativo con dos Reales Decretos Lei el 1 y el 3. Este último con cinco páginas de derogaciones que suponen una modificación del escenario nunca antes visto en este marco.Junto a ello nuestras actividades están siendo impactadas por el desarrollo tecnológico y, en concreto, por las redes sociales y las posibilidades de la web 2.0. Elementos estos que están presentes en la sociedad y que también modifican las necesidades de las personas y de las empresas.

Con este conjunto de nuevos elementos presentes frente a una situación de máxima urgencia, las Políticas Activas de Empleo y las actividades de promoción económica se enfrentan a nuevos retos (proponer actividades efectivas, establecer objetivos a medio plazo, redefinir la propuesta de perfiles profesionales y la forma de hacerlo) al cambio en sus contenidos (incluir la web 2.0 y la generación de redes) y, en definitiva, al esperado cambio en este mundo tan inmóvil.

Es una cuestión de compromiso profesional pero también una cuestión de compromiso con el entorno que nos ha tocado vivir. Tendremos que contribuir a cambiar el mundo para mejor con lo que hacemos pero, además, debemos hacerlo desde ya.

Dejo la presentación que me ha servido de apoyo y que puede funcionar como un resumen del tema.

 

Imos traballar marzohttp://static.slidesharecdn.com/swf/ssplayer2.swf?doc=imostraballarmarzo-110316135609-phpapp01&stripped_title=imos-traballar-marzo&userName=AlberteCea